Esto no es más que un examen, el cual se utiliza un líquido de color anaranjado (Fluoresceína) y una luz de color azul, con el objetivo de detectar la presencia de cuerpos extraños en el ojo. detectar de daños o infecciones en la córnea, en la parte externa del ojo.
El líquido se coloca en un papel secante, el cual pasa a tener contacto con la superficie del ojo, luego se pide al paciente que parpadee, con el fin de esparcir el líquido, revistiendo a la película lagrimal. Esto debido a que esta película lagrimal contiene aceite, agua y moco, que lubrica y protege al ojo.
Posteriormente se proyecta una luz de color azul sobre el ojo, con la finalidad de encontrar algún problema, ya que, en caso de tener una afección, se pintará del color del tinte aplicado y aparecerá un espectro de color verde, bajo la luz azul, con la cual el oftalmólogo, podrá determinar su ubicación, según su forma y tamaño de la mancha formada.
Se recomienda realizarse esta prueba, si se cree que podría poseer rasguños o abstracciones en la córnea.
– Resultados normales
Si el ojo no tiene alguna lesión, el líquido vertido permanecerá en la película sobre el ojo y ninguna área se pintará de verde.
– Resultados anormales
Esto se da, si usted posee alguna lesión en la córnea y puede ser debido a:
. Tener un golpe en el ojo por causa de un objeto.
. Por el polvo, ceniza o suciedad que se deposite en el ojo.
. Por alguna quemadura producida por algún químico.
. Por utilizar lentes de contacto sucios o deteriorados.
. Por frotarse los ojos con mucha fuerza.
. Por la presencia de cuerpos extraños.
. Por algún traumatismo en el ojo.
Se debe saber que este examen no presenta ningún riesgo, sin embargo, el líquido vertido puede manchar la piel, que rodea el ojo, por algunos días.
Por lo general no se requiere ningún tipo de preparación.
Luego del análisis el médico podrá determinar cualquier problema que se posea en los ojos, por lo podrá optar por los siguientes tratamientos:
Está determinado por:
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